En el marco de la V FERIA EXPOSICION AGROPECUARIA, en el año de 1985 en  Municipio de San José del Guaviare, la capital de la esperanza Colombiana; Doña Marina Ramirez de Diaz y Don Campo Aurelio Diaz Aguilar  colocan al servicio de turistas y demás visitantes  el HOTEL YURUPARI. Situado en el centro de la ciudad Doña Marina cuenta que el nombre del hotel hace alusión a la leyenda de la etnia Indígena Túkano propia de estos territorios selváticos. La Leyenda de Yurupary se nos presenta como el ejemplo más típico de formalización literaria en Colombia. Es una leyenda que ha andado por mucho tiempo de boca en boca por las tribus y las malocas; en los caminos más oscuros de la selva amazónica. Su origen es común a todas las tribus de la Amazonía colombo-brasilera (río Vaupés, Isana y río Negro), principalmente en la región del Guaviare y Vaupés.

La Leyenda de Yurupay es prueba de que nuestra cultura autóctona está aún presente y viva, pues su culto se practica en numerosas tribus constituyéndose hoy día en el gran mito, todavía vigente de los indígenas colombianos y por extensión, latinoamericanos. Se cree que es el origen de una figura mesiánica, del poder patriarcal e inicio de la lucha de poder entre hombres y mujeres.  Sucintamente, Yurupary hace relación a un ser hermoso y extraordinario nacido de una virgen llamada Ceucy , que quedó embarazada por haber comido de un fruto prohibido, y que realiza hazañas asombrosas y tiene aspecto peculiar, porque su cuerpo irradia luz o fuego, y está dotado de agujeros que producen sonidos musicales, o truenos, según el caso. Es además un enviado del sol, y busca una mujer que no sea curiosa, ni chismosa, ni libidinosa, y tiene una misión religiosa que cumplir. Así, luego de recibir la piedra cilíndrica y emblemática de la luna, inicia su labor y dicta leyes, ordena ayuno obligatorio, enseña a cultivar el maíz y establece cantos, bailes y ceremonias rituales. Pero las mujeres quieren conocer los secretos del culto, que les están vedados y espían a los hombres, por lo que Yurupary las castiga, convirtiéndolas en piedras y devorando a sus hijos. Los ancianos entonces deciden darle muerte y después de emborracharlo, lo arrojan a una hoguera; pero del cuerpo del héroe brotan palmas que crecen rapidísimamente, y por ellas Yurupary trepa hasta el cielo. En su ausencia, las mujeres, que han vuelto a la vida, se roban los instrumentos sagrados, que son la voz de Yurupary, y esto da lugar a un cambio de status social, en el que las mujeres predominan, se hacen cargo del culto, y los hombres en cambio tienen que trabajar en las labores del hogar y sufren menstruación.

En este período, Yurupary se hace presente de nuevo, completa su misión evangelizadora, restableciendo el predominio masculino, y conoce por primera vez el amor humano; pero falla en la búsqueda de la mujer perfecta, que no puede encontrar sobre la tierra. Entonces se despide de sus discípulos y desaparece caminando siempre hacia el oriente”